Muchísimo y no te rindas nunca porque, como dije al empezar, la fotografía es un don que se aprende, el ojo fotográfico se desarrolla haciendo y viendo fotos sin parar, reflexionando, leyendo, valorando, y aprendiendo a transmitir mensajes mediante el lenguaje fotográfico.
Y así de poética (de andar por casa, vale 😉 ) me despido no sin antes pedirte que, siempre que te haya sido útil, lo compartas en tu red social predilecta. Muchísimas gracias y hasta la próxima 🙂