De poco te va a valer imaginar y soñar si no sabes cómo plasmarlo en una fotografía. Y eso, nos guste más o menos, se consigue a través de cierto dominio de nuestro equipo fotográfico. Conocer sus limitaciones, sus atajos, sus trucos, (¡léete el manual! 😉 ) etcétera, nos acercará a la imagen que necesitamos con mayor rapidez. Ya te habrás dado cuenta a estas alturas de que hay imágenes que dependen íntegramente de nuestra velocidad para captarlas.